.
Gustavo Tisocco
La niña que come en la ventana
no es un pájaro, no.
Sin jaulas ella
carece de la belleza
de estar libre.
El niño que come en la vereda
no es un perro, no.
Sus ojos extraviaron
la dulzura
de quien es imprescindible.
Nosotros escribimos de vuelos y ladridos,
olvidamos
que en la intemperie
la inocencia llora.
.
.
Anibal Manuel Cedeño
sueños sobresaltados por el campaneo
eco de ropas blancas en el tendedero
si ya es la hora de la soledad
preciso es sumergir la voz en el fondo lechoso
del día que apenas inicia
y poco a poco cede al placer de la memoria
si ya es el día de la nostalgia
sólo queda correr las cortinas
que ocultan la diaria cinematografía del patio
para invocar la presencia de un rostro hace tiempo acariciado.
¿seguirán detenidas al pie de los postes las pisadas
y en los andenes las migajas de una charla muchas veces suspendida?
.
.
Magdalena Fuentes
Busco tu rostro
entre todos los rostros
en las enmarañadas ciudades
para detener esta desazón mía
de cordillera cansada
Vuelvo mi cabeza que gira
como una hoja desprendida
afuera
el sol cae a pedazos
sobre los cuerpos
y los perros vienen a buscarme
para terminar el sueño
Pero yo me levanto
lucho con todos los fantasmas
hasta tocar la lluvia
de tus manos.
.